Samuel García ha convertido la inversión extranjera directa (IED) en el emblema de su gobierno en Nuevo León. Sin embargo, mientras presume haber traído 68 mil millones de dólares, la realidad es brutal: el Registro Nacional de Inversiones Extranjeras (RNIE) confirma que solo se han recibido 12 mil millones. Una diferencia de 56 mil millones que exhibe la gran mentira detrás de su discurso triunfalista. Además, ha hecho de la Secretaría de Medio Ambiente de NL una falange para manipular, extorsionar y hacer chantajes verdes a empresas.
Samuel García Construye Un Nuevo León De Fantasía
En cada evento público, Samuel García repite la misma cifra: 68 mil millones de dólares en inversión extranjera directa. Lo hace con orgullo, señalando que Nuevo León está a la cabeza del nearshoring y que es el motor económico del país. Pero los datos oficiales dicen otra cosa.
Según el RNIE y la Secretaría de Economía federal, la cifra real es de apenas 12 mil millones de dólares entre 2021 y 2024. Una diferencia abismal que pone en evidencia la estrategia de marketing político del gobernador.
García asegura que su administración rompió récords históricos. Menciona giras a Europa, Asia y Estados Unidos como los grandes logros que convencieron a empresarios de apostar por la entidad. No obstante, esos viajes, además de costosos, han servido más como escaparate personal que como fuente real de resultados.
Cifras Infladas Sirven Para Justificar Viajes De Lujo En Pos De La Inversión Extranjera
El gobernador usa estos números inflados para justificar constantes viajes al extranjero. Según su discurso, esos viajes son fundamentales para atraer inversiones y consolidar a Nuevo León como líder global.
Sin embargo, en el desglose oficial, se observa que apenas se registraron 3 mil 291 millones en 2021, 4 mil 429 en 2022, 2 mil 554 en 2023 y 2 mil 98 en 2024. Ni siquiera sumando todos esos años se llega a una cuarta parte de la cifra mágica de 68 mil millones.
Mientras tanto, los espectaculares y la publicidad digital muestran un Nuevo León próspero y lleno de oportunidades, una postal que se aleja cada vez más de la verdad.
Samuel Manipula Cifras Y Discursos
Samuel García no solo inventa números. También transforma compromisos sin sustento en supuestas inversiones reales.
Gran parte del “dinero verde” que presume proviene de arrendamientos de naves industriales y equipos que no se registran como IED, pero que él presenta como inyecciones millonarias.
El entonces encargado de despacho de la Secretaría de Economía estatal, Emanuel Loo, justificó la diferencia diciendo que se trata de “una cuestión de metodología contable”. Según Loo, muchos acuerdos no entran en el conteo oficial porque no cumplen requisitos para considerarse inversión extranjera directa.
A pesar de las justificaciones, las cifras oficiales del propio portal estatal confirman la mentira. La misma Secretaría de Economía de Nuevo León replica los datos federales y reconoce que solo llegaron 12 mil millones de dólares.
El desbalance no solo afecta la credibilidad del gobernador, sino que también pone en duda la viabilidad de proyectos futuros y la confianza de inversionistas.
Samuel Manipula Discurso Medioambiental Como Estrategia Recaudatoria
Mientras presume inversiones millonarias, Samuel García también explota el discurso ambiental.
El gobierno estatal realiza clausuras exprés y revisiones sin fundamento legal a empresas industriales. Plantas de empresas como Ternium, Zinc Nacional, Cemex y Pyosa se han visto afectadas por estos operativos.
Aunque es cierto que algunas industrias han tenido accidentes ambientales, el nivel de sanción aplicado por el gobierno estatal carece de soporte técnico y legal. Las inspecciones se realizan más como un acto de presión política que como una medida ambiental efectiva.
Además, mientras extorsiona y presiona a empresas con clausuras exprés, recorta el presupuesto a la Secretaría, de manera que obstruye acciones reales para mejorar la crisis ambiental en la que tiene sumido a Nuevo León, mientras que recauda fondos a costa del sector privado.
El Verdadero Objetivo: Financiar Movimiento Ciudadano
Fuentes cercanas al Palacio de Cantera aseguran que la Secretaría del Medio Ambiente se ha convertido en un instrumento para recaudar fondos para Movimiento Ciudadano.
Empresarios locales afirman que se les exige dinero “por debajo de la mesa” para evitar clausuras y sellos espectaculares que afecten su operación. Una táctica conocida como “pase de charola”.
Así, el dinero recaudado no se utiliza para mejorar el medio ambiente en NL, sino para engordar el cochinito electoral del partido naranja rumbo a 2027.
Relevo En La Secretaría Del Medio Ambiente: Una Jugada Política
La renuncia de Alfonso Martínez Muñoz como secretario del Medio Ambiente de NL confirmó las tensiones internas. Martínez se negó a continuar con las clausuras sin sustento y los cobros ilegales.
En su lugar llegó Raúl Lozano Caballero, un exdiputado de Movimiento Ciudadano, sin experiencia técnica suficiente para enfrentar problemas graves como la contaminación del aire y los incendios forestales.
Durante su presentación, Lozano advirtió que ahora “el que contamine, además de pagar, podría ir a la cárcel”. Una amenaza que refuerza la estrategia de chantaje y presión sobre el sector empresarial.
Empresarios Alarmados Ante El Clima De Incertidumbre
El sector privado nacional y extranjero está alarmado. Las decisiones del gobierno ponen en riesgo la continuidad de operaciones, contratos y, sobre todo, miles de empleos.
La incertidumbre afecta la confianza para invertir y podría provocar un éxodo de inversiones a otros estados como Querétaro, Coahuila o Guanajuato.
Un Nuevo León Que Solo Existe En Los Espectaculares
Samuel García ha creado un Nuevo León ficticio. Un estado lleno de inversiones inexistentes y una supuesta transformación verde que solo vive en su propaganda.
La realidad es que la desconfianza empresarial crece cada día. Las decisiones gubernamentales se convierten en un riesgo político y económico que nadie quiere asumir.
Los ciudadanos y empresarios merecen datos reales, no cifras infladas ni narrativas diseñadas para alimentar ambiciones personales y electorales.
Samuel García debería abrir los ojos y entender que la confianza no se construye con mentiras, sino con resultados comprobables.
Mientras tanto, la historia del “dinero verde” se consolida como el mayor engaño de su gobierno, usando supuestas inversiones y moches ambientales para sostener un castillo de naipes que amenaza con venirse abajo.
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