Ante la falta de respuesta del Gobierno de Nuevo León, los habitantes de la Sierra de Santiago decidieron hacer lo que el Estado no ha hecho: reparar la Carretera a Los Lirios. A más de un año del paso de la tormenta Alberto, las comunidades afectadas tomaron palas y piedras para tapar los pozos y evitar más accidentes.
Vecinos De La Sierra Actúan Ante La Inacción Del Gobierno
Cansados de esperar apoyo, los pobladores de la Sierra de Santiago se organizaron para atender los daños en la carretera que conecta a Nuevo León con Coahuila.
Sin maquinaria ni presupuesto, trabajaron a mano, rellenando los socavones con tierra y piedras para reducir los riesgos viales.
“Por parte del Gobierno del Estado no ha habido respuesta, nada de apoyo desde la tormenta Alberto, lamentó Jaime Siller, juez auxiliar de la comunidad de San José de las Boquillas.
El deterioro de la vía, que comenzó en junio de 2024 tras el paso del fenómeno natural, se agravó con las lluvias recientes, mientras las autoridades permanecen indiferentes.

16 Meses De Espera Sin Una Solución Estatal
Las comunidades rurales afectadas —La Peñita, San Sebastián, El Cilantrillo, La Jacinta y San José de las Boquillas— llevan 16 meses esperando una reparación formal.
El Sistema de Caminos de Nuevo León, responsable de la vía, no ha realizado ni siquiera labores provisionales, pese a que otras carreteras estatales, como las de Laguna de Sánchez y La Huasteca, recibieron atención parcial.
La diferencia es notoria: mientras en otras zonas hubo intervenciones mínimas, en Los Lirios no se ha hecho absolutamente nada.
Los vecinos aseguran que el abandono no solo afecta su movilidad, sino también el flujo turístico hacia los parajes naturales que representan el sustento económico de la región.
Una Carretera En Ruinas Y Un Turismo En Retroceso
La Carretera a Los Lirios, vital para el transporte local y la conexión con destinos turísticos de la Sierra, se ha convertido en una vía de alto riesgo.
Los baches, deslaves y tramos colapsados amenazan tanto a los residentes como a los visitantes que acuden a disfrutar del paisaje serrano.
“Ya nadie quiere venir por miedo a dañar sus vehículos”, compartió un habitante de La Jacinta, mientras rellenaba los pozos con tierra.
La situación ha golpeado a los pequeños negocios de la zona, que dependen del turismo de fin de semana para subsistir.
El deterioro de esta carretera simboliza, según los vecinos, el abandono de las comunidades rurales frente a un gobierno que concentra sus recursos en proyectos urbanos y mediáticos.
Ciudadanos Reparan Daños De Tormenta Alberto
Sin maquinaria ni ayuda técnica, los pobladores optaron por reparar lo que el Gobierno estatal ha ignorado.
Equipados con herramientas básicas, rellenaron baches y limpiaron los costados de la carretera, donde la maleza crecida reducía la visibilidad.
“Estamos haciendo lo que podemos, porque nadie más lo hará por nosotros”, afirmó Siller, mientras un grupo de vecinos retiraba escombros acumulados desde hace meses.
El esfuerzo, dicen, no es una solución permanente, pero sí una forma de prevenir accidentes y mantener viva la conexión entre comunidades.
Tormenta “Alberto”: La Herida Que El Estado Nunca Cerró
El paso de la tormenta Alberto dejó tres carreteras estatales severamente dañadas.
Sin embargo, solo la de Los Lirios sigue completamente olvidada.
A 16 meses del desastre, las grietas y hundimientos no solo se mantienen, sino que se agravan con cada temporada de lluvias.
El Sistema de Caminos y el propio Gobierno estatal han sido señalados por la falta de mantenimiento preventivo y la ausencia de una estrategia de reparación.
Los vecinos afirman que ni siquiera han recibido visitas de supervisión o diagnósticos técnicos.
El Silencio Del Gobierno Y La Resiliencia De La Gente
Pese a las denuncias, el Gobierno de Samuel García no ha emitido ningún comunicado ni plan de restauración.
Mientras tanto, los habitantes de la Sierra de Santiago continúan organizándose para reparar, con recursos propios, lo que el Estado abandonó.
Su iniciativa es una muestra de autogestión comunitaria, pero también una denuncia viva del descuido institucional.
El mensaje que envían es claro: si el Gobierno no actúa, el pueblo lo hará, aunque sea con sus manos.
“No pedimos lujos ni promesas, solo una carretera segura”, expresó un habitante de San Sebastián, recordando que el camino también sirve como vía de acceso para ambulancias y servicios de emergencia.
La Sierra De Santiago Exige Reparación Por Tormenta Alberto
Los vecinos insisten en que su trabajo no sustituye las obligaciones del Estado.
Reclaman una intervención inmediata que garantice la seguridad vial y la conectividad rural.
Advierten que, si las lluvias continúan, la carretera podría quedar completamente intransitable.
El abandono prolongado no solo afecta a las comunidades locales, sino que también deteriora la imagen del Gobierno estatal, acusado de priorizar proyectos mediáticos sobre necesidades reales.
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