El gobierno fosfo fosfo de Samuel García ya suma su tercer titular en la Secretaría de Medio Ambiente en apenas tres años. La más reciente designación fue la del exdiputado federal Raúl Lozano Caballero, quien tomó el lugar de Alfonso Martínez Muñoz. Lejos de representar un avance, este cambio refleja el rumbo que ha tomado el discurso ambiental: una herramienta de presión política e instrumento recaudatorio para elecciones, afectando a la industria y poniendo en jaque la estabilidad empresarial de Nuevo León. Lozano no llegó por capacidad, sino por disposición a servir como operador político al servicio del gobernador.
Raúl Lozano, El Nuevo Cobra Moches De Samuel
El nombramiento de Raúl Lozano no fue casualidad. Su antecesor, Alfonso Martínez, fue relevado tras negarse a participar en una estrategia de clausuras sin sustento legal, enfocada más en recaudar que en proteger el medio ambiente. Lozano, por su parte, se integró al gabinete con un discurso incendiario que dejó claras sus intenciones: utilizar la Secretaría de Medio Ambiente estatal para sancionar empresas más allá de la ley y con fines claramente políticos.
Desde su llegada, las clausuras aumentaron 220%, afectando incluso a compañías que han operado con todos sus permisos en orden durante años, industrias clave en la economía del estado que ahora enfrentan inspecciones exprés y amenazas de cierre sin respaldo técnico ni dictámenes de la autoridad federal.
Ambientalismo Fosfo: Clausuras Exprés Y Amenazas
Bajo el discurso de un supuesto compromiso ambiental, la Secretaría se ha convertido en un instrumento de extorsión. Empresas que durante años han cumplido con las regulaciones se ven ahora forzadas a elegir entre pagar moches o ser clausuradas. Esta política no sólo pone en riesgo miles de empleos, sino también la reputación de Nuevo León como destino seguro para la inversión.
Además, muchas de estas acciones carecen de sustento legal. Las sanciones no vienen acompañadas de dictámenes de la Profepa, que es la autoridad competente, y se basan en inspecciones exprés impulsadas desde Palacio de Cantera.
Secretaría De Medio Ambiente Es Usada Para Financiar Campañas
Lo que realmente está ocurriendo detrás del discurso ambiental es la construcción de una alcancía electoral. Funcionarios cercanos al gobernador operan con presiones económicas bajo la mesa, según testimonios de empresarios locales. La mecánica es clara: aplicar sanciones espectaculares, con sellos, prensa y discursos moralistas, y luego negociar bajo la amenaza de cancelación.
Este uso político de la Secretaría no sólo desacredita el trabajo ambiental, sino que también erosiona la confianza empresarial en el estado. Mientras Samuel García busca crear una imagen de liderazgo responsable, lo que realmente promueve es un ambiente de inestabilidad e incertidumbre que ya ha hecho que empresas exploren opciones fuera de Nuevo León.
Nuevo León Pierde Inversiones Por Acoso Desde Medio Ambiente
La consecuencia directa de este modelo de gobierno es una pérdida constante de competitividad. Las empresas, especialmente aquellas con operaciones internacionales, no están dispuestas a exponerse a prácticas extorsivas ni a decisiones arbitrarias disfrazadas de ambientalismo. Estados como Querétaro, Guanajuato y Jalisco están ganando terreno precisamente porque ofrecen condiciones más claras y estables para los inversionistas.
En vez de construir confianza, el gobierno fosfo ha preferido intimidar. El resultado: menos inversión, más incertidumbre, empleos en riesgo y una Secretaría convertida en un instrumento recaudatorio para llenar las arcas de Movimiento Ciudadano de cara a futuras elecciones.
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