Mientras el Gobierno de Samuel García presume desarrollo y modernidad, el Estado se ahoga lentamente con aire contaminado en Nuevo León. Un estudio del Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) revela que en 2023 murieron 3 mil 084 personas a causa del aire sucio —un aumento del 20% respecto a 2021—. El discurso “verde” del gobernador se desmorona frente a una realidad tóxica llena de partículas PM2.5.
Un Estado Que Respira Veneno Mientras El Gobierno Calla
Los datos del IHME, con sede en la Universidad de Washington, son contundentes: las muertes por aire contaminado en Nuevo León aumentan cada año, y el 2023 no fue la excepción.
De las 3 mil 084 víctimas registradas, 3 mil 044 fueron por exposición a partículas PM2.5, las más dañinas para la salud humana, y 40 por ozono.
A pesar de la magnitud de la tragedia, el gobierno estatal no ha emitido una política ambiental integral, ni ha aplicado sanciones significativas a las industrias que contaminan.
Mientras tanto, la población sigue respirando un aire que enferma y mata, sin que las promesas de un “Nuevo León verde” se reflejen en acciones reales.
Contaminación en Nuevo León
— ferxxo (@ferhorta21) March 4, 2025
Marzo 2024 / Marzo 2025
Parece que desaparecieron el cerro 😬 pic.twitter.com/c8b7xZXRY1
La Realidad Detrás Del Discurso “Verde”
Durante años, Samuel García ha defendido su visión de un “estado sostenible” con parques y paneles solares, pero la evidencia muestra que la contaminación del aire ha empeorado bajo su administración.
En 2021, el IHME contabilizó 2 mil 564 muertes por aire sucio. Para 2023, la cifra creció un 20%, con un incremento sostenido que coincide con el aumento en la actividad industrial y vehicular.
En lugar de fortalecer las inspecciones ambientales, el gobierno ha priorizado megaproyectos de infraestructura y transporte sin medidas claras para reducir emisiones.
El resultado: un aire más tóxico y una población cada vez más enferma.

El Aire Contaminado En Nuevo León: Peor Que El Tabaco
De acuerdo con el Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire, la exposición a PM2.5 ya es más peligrosa que fumar tabaco.
Su directora, Selene Martínez, alertó que este tipo de contaminación ha pasado de ser el séptimo al quinto factor de riesgo de muerte en el país.
Estas partículas, provenientes principalmente de Pemex Cadereyta, el transporte urbano y la industria pesada, pueden causar Alzheimer, cáncer de pulmón, EPOC y enfermedades renales.
Martínez advirtió que sin medidas urgentes, los efectos serán irreversibles:
“Las PM2.5 son más letales que el ozono y están matando lentamente a los nuevoleoneses. Urge que el gobierno deje de mirar a otro lado”.
Aire Contaminado En Nuevo León Supera Los Límites De La OMS
El mismo estudio revela que en 2023 la concentración promedio anual de PM2.5 en Nuevo León fue de 20 microgramos por metro cúbico, el doble del límite permitido en México y cuatro veces superior a las recomendaciones de la OMS.
Para 2024, los niveles aumentaron aún más, llegando a 22 microgramos por metro cúbico.
Pese a ello, las autoridades estatales no han actualizado los protocolos de contingencia ambiental ni mejorado la red de monitoreo atmosférico.
Mientras otros estados avanzan hacia programas de reducción de emisiones, Nuevo León permanece rezagado y bajo una gestión que prefiere invertir en imagen antes que en salud pública.
Enfermedades Y Muerte: El Costo De La Omisión Gubernamental
Los efectos del aire contaminado se sienten en los hospitales. Médicos reportan un aumento en los casos de infecciones respiratorias, enfermedades cardiovasculares y neurológicas.
Las más comunes: cáncer de pulmón, Alzheimer, diabetes y EPOC, todas relacionadas con la exposición a partículas finas.
El estudio del IHME deja claro que la contaminación no solo enferma: mata. Pero mientras las muertes aumentan, el Gobierno de Samuel García mantiene silencio y prefiere enfocarse en eventos internacionales, como el Mundial 2026 o la promoción de inversiones.
Un Gobierno Que Habla De Futuro Mientras El Presente Se Desmorona
A pesar de los datos y del reclamo ciudadano, el gobierno estatal no ha asumido su responsabilidad ambiental.
La contaminación sigue en aumento, los controles industriales brillan por su ausencia y la refinería de Pemex en Cadereyta continúa siendo una de las principales fuentes de partículas PM2.5 sin recibir sanciones efectivas.
El discurso de Samuel García sobre un “Nuevo León del futuro” contrasta con un presente donde respirar puede ser una sentencia de muerte.
El aire se ha convertido en el reflejo más claro de su administración: contaminado, opaco y lleno de promesas que se disipan con cada nueva cifra de fallecimientos.






